viernes, 11 de enero de 2008

Discos de 2007: Symphony X - Paradise Lost


Arrodillaos todos. Este es el mejor disco de 2007 sin ninguna duda. Y no sólo de 2007. Yo llevaba mucho, mucho tiempo sin escuchar nada tan bueno como el último de Symphony X. Tiene todo lo que le puedas pedir a un disco metal. Todos y cada uno de los miembros del grupo se sale en su papel y las canciones son realmente buenas. Había pasado mucho tiempo desde que lanzaron The Odyssey, en 2002, pero cinco años de espera han merecido la pena, ¡y tanto!

A diferencia de sus otros discos, para el Paradise Lost han intentado hacer canciones menos complejas y mucho más directas, sin renunciar a su toque progresivo. Han reducido teclados y es la guitarra la que lleva la batuta en este disco saltando de riff en riff, riffs de los que Metallica se sentirían orgullosos. Desde el principio te pones a mover la cabeza, contagiado por el entusiasmo de las guitarras y hasta el final no puedes parar. Michael Romeo está increíble, aunque el señor Pinnella sigue brillando en los solos. La voz de Russell Allen suena agresiva, parece que escupa las palabras, aunque sabe cuando cambiar al “modo melódico” que te encoge el corazón en las partes más lentas.

El disco abre con Oculus ex Inferni, una intro épica a más no poder que te pone los pelos de punta y crea el ambiente propicio para Set the World on Fire (The Lie of Lies), una de las muchas joyas del disco, poderosos riffs de guitarra se van sucediendo hasta un estribillo épico, casi de power metal. Para rematar están los solos, que siguen en su línea de eso-no-es-posible. Presentes en todas las canciones, derrochan técnica y calidad. Grandes solos, partes muy directas, estribillos muy épicos, y bestiales riffs de guitarra son el denominador común del disco, así como las melodías neoclásicas que a mí tanto me gustan. Eve of Seduction o Seven son claros ejemplos.

Y por si esto fuera poco tenemos un par de canciones más lentas que son sencillamente preciosas. Paradise Lost es una canción más progresiva que las demás, guiada por una línea de piano maravillosa. The Sacriface es una medio tiempo en el que cada nota, cada acorde, crea una atmósfera de una belleza inigualable. Para los amantes de las canciones más complejas al final del disco está Revelation (Divus Pennae ex Tragoedia), un corte de casi 10 minutos con multitud de partes que recuerdan a los trabajos más complejos del grupo.

La producción además ha mejorado muchísimo y tiene un sonido espectacular. En general, este disco raya la perfección, así que deja de leer esto y ve corriendo a escucharlo, te estás perdiendo una de las mejores obras musicales del siglo XXI.

Una pequeña muestra de lo que os hablo, os dejo el vídeo de Serpent's Kiss, ¡a disfrutar!:

No hay comentarios: